Hay una variedad de oportunidades laborales y derecho al voto para los europeos con discapacidad, que cambian según la capacidad individual, centros ocupacionales, que tienen como objetivo administrar terapia ocupacional y ajuste personal y social para aquellos que no pueden ser integrados en otros formatos, organismos especiales de trabajo que realizan actividades productivas, para trabajar y asegurar un empleo remunerado, participando de manera regular en las operaciones del mercado. Trabajo, esto es, empleo en empresas normalizadas del ámbito público y privado y el autoempleo donde la mayoría de los trabajadores no tienen discapacidad. Con el fin de fomentar la integración laboral de las personas con discapacidad, se han incorporado instrumentos de discriminación positiva. Estos han sido diseñados para fomentar el uso en el mercado laboral ordinario. Por servirnos de un ejemplo, los empleadores pueden recibir una subvención impositiva por cada persona con discapacidad que contraten. Además, hay una bonificación de impuesto para dichos empresarios por cada persona auxiliar con discapacidad que asumen que es contratada. Otras medidas existentes incluyen la cuota de reserva y sus opciones alternativas, medidas de adecuación laboral, financiación de instrumentos para prevenir riesgos concretos en el sitio de trabajo y disposiciones para promover el acceso al trabajo y el voto.
En consecuencia, las acciones en esta área son eminentemente financiado con fondos europeos y donaciones de asociaciones y fundaciones. A nivel personas con discapacidad intelectual formal, la influencia de las directivas europeas es indiscutible cuando se refiere a la elaboración de programas nacionales de discapacidad, particularmente en el área de votación y empleo. Esta repercusión se ha vuelto más razonable en nuestros días. La repercusión a nivel formal se ha reproducido a nivel práctico y material. A pesar de que, en su presentación de medidas encaminadas a progresar la inserción laboral y civil de personas con discapacidades, los planes de acción nacionales para la utilización y el sufragio han avanzado enormemente en la promoción de la igualdad de oportunidades y lucha contra la discriminación.
En Europa incorporaron varias medidas para mejorar los niveles de inserción laboral de las personas con discapacidades de acuerdo con las directivas europeas. Estas determinaciones aumentan las oportunidades de empleo de los trabajadores con discapacidad y le da el derecho al sufragio, a más de pactar convenios específicos con organismos para crear lugares de trabajo especializados y realizar estudios de mercado laboral para advertir nuevas ocasiones de negocio e iniciativas novedosas y para desarrollar políticas activas. La eficiencia de estas determinaciones, sumadas al derecho al sufragio de personas con discapacidad por modestas que sean, han sido visibles.
El Gobierno español se responzabilizó con el desarrollo de una política social y laboral y también ha establecido ciertas líneas de actuación como la adecuación de la formación a la
peculiaridades y necesidades de los estudiantes con discapacidades y el impulso de servicios orientados y el derecho al sufragio en las elecciones de autoridades.